EL GRAN DICTADOR
RAFAEL LEONIDAS TRUJILLO M.
Rafael Leónidas Trujillo Molina (San Cristóbal, 24 de octubre de 1891-Ciudad Trujillo, 30 de mayo de 1961) fue un político, militar y dictador dominicano desde 1930 hasta su asesinato el 30 de mayo de 1961.1 Ejerció la presidencia como generalísimo del ejército de 1930 a 1938 y de 1942 a 1952 y gobernó de forma indirecta de 1938 a 1942 y de 1952 a 1961, valiéndose de presidentes títeres.23
Sus 31 años de gobierno son conocidos como la Era de Trujillo,4 y considerados como una de las tiranías5 más sangrientas de América Latina.6 Su gobierno se caracterizó por el anticomunismo,7 la represión a toda oposición8 y el culto a la personalidad.9 Las libertades civiles fueron inexistentes y se cometieron constantes violaciones a los derechos humanos.10 Sumergió el país en un estado de pánico y «respeto»,11 donde una muerte podía ser encubierta como un «accidente» y cualquier persona que no estuviera de acuerdo con el régimen de Trujillo, podía ser encarcelada y torturada en una de las cárceles clandestinas destinadas a esa práctica, y la mayoría de veces, terminaban muertos.12
No obstante, los partidarios de Trujillo destacan algunos aspectos positivos del régimen como el fin del caudillismo como fuente de inestabilidad política, la restauración del orden público y un cierto desarrollo económico del país.1314 Durante su régimen, todos los estamentos del estado funcionaron en consonancia a sus intereses y estableció un monopolio empresarial que le permitió acumular una gran fortuna personal.15
El Gobierno de Trujillo fue el responsable de la muerte de más de 50 000 personas,1617 incluyendo los miles de haitianos asesinados en la llamada "Masacre del Perejil". Los estimados totales sobre el número de muertos en la masacre varían desde 5000 hasta 30 000. Robert Crassweller menciona esos estimados y acota que «una cifra entre 15 000 y 20 000 sería razonable, aunque seguiría siendo una conjetura».1819 También hubo víctimas de otras nacionalidades, como cubanos, colombianos, venezolanos y españoles.20
Como producto surgido de la Guardia Nacional,21 creada por los estadounidenses durante la primera ocupación del país en 1916, Trujillo prestó especial atención a las Fuerzas Armadas.22 El personal militar recibió generosa paga y beneficios bajo su gobierno, el ejército se amplió numéricamente y se incrementaron los inventarios de equipos. Trujillo mantuvo el control del cuerpo de oficiales a través del miedo, el clientelismo y la frecuente «rotación de tareas».[cita requerida]
El régimen de Trujillo se desarrolló en una época fértil para los regímenes dictatoriales en América Latina siendo contemporáneo con otros gobiernos similares dentro de la cuenca del Caribe, aunque a decir de algunos autores, su dictadura se caracterizó por ser más descarada, brutal y eficiente que las demás a su alrededor.6 Paralelamente, Trujillo tuvo en contra varios gobiernos extranjeros opuestos a su dictadura, entre ellos Rómulo Betancourt de Venezuela, Juan José Arévalo de Guatemala, Ramón Grau San Martín de Cuba, Elie Lescot de Haití, y José Figueres Ferrer de Costa Rica. EL ASESINATO DE LAS HERMANAS
MIRABAL
Patria, Minerva y María Teresa Mirabal fueron asesinadas durante la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo (1930-1961) en República Dominicana. Debido a su activismo político, en 1999, las Naciones Unidas establecieron el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer en conmemoración de su lucha y legado.
Las hermanas nacieron en Ojo de Agua, un pueblo de la provincia de Salcedo. Sus padres fueron Enrique Mirabal Fernández y Mercedes Reyes Camilo. Otra de sus hijas fue Bélgica Adela (Dedé) Mirabal, quien falleció el 1 de febrero de 2014.
En 1955, Minerva contrajo matrimonio con Manolo Tavares, un estudiante de derecho opositor al régimen. Poco a poco fue elaborándose en el país, y en Latinoamérica en general, diversos levantamientos en contra de las dictaduras. La situación se intensificó después del derrocamiento contra Fulgencio Batista en Cuba (1959). Así que, se creó un movimiento en contra de Trujillo, nombrado Agrupación 14 de junio, en honor a una expedición armada proveniente de Cuba que llegó a la isla. Manolo Tavares fue su primer presidente y las hermanas jugaron un papel clave en la disidencia, quienes eran conocidas como “Las Mariposas"[1], nombre secreto de Minerva en sus actividades políticas. El símbolo de la mariposa es interesante, pues representa la ligereza y la metamorfosis del ser humano hacia una nueva etapa de su vida[2].
Ante los movimientos, el gobierno autoritario mandó a encarcelar a los miembros de la Agrupación 14 de junio. Posteriormente, un centenar de personas sufrieron de violaciones de derechos humanos, como tortura y perdida de la vida. La acción reforzó la vigilancia gubernamental y el acoso policiaco a los críticos, en especial a la familia Mirabal[3].
Y llego el día que se anunciaba desde hacía tiempo. El 25 de noviembre de 1960, Patria (36), Minerva (34), María Teresa (26) fueron capturadas cuando regresaban a casa después de visitar a sus parejas en la cárcel de Puerto Plata. Ellas fueron interceptadas por un grupo de agentes, quienes las golpearon y arrojaron el jeep en el que viajaban al interior de un barranco para que se interpretara que habían sufrido un accidente automovilístico. El plan fue ejecutado por el general Pupo Román[4].
A raíz de su lucha, en 1981, se realizó el primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, celebrado en Bogotá. Allí se propuso establecer el 25 de noviembre como el Día de Lucha Contra La Violencia Hacia las Mujeres, una propuesta que culminaría en 1999. Además, se fundó la Casa Museo Hermanas Mirabal, ubicada en el territorio donde las hermanas pasaron sus últimos meses antes de ser asesinadas. La casa está rodeada por jardín donde se exhibe una colección de artículos personales: muebles antiguos, cuadros, vestidos, manteles[5]
LA MATANSA DE LOS HAITIANOS
Origen
El dictador Trujillo impulsó el antihaitianismo dentro de República Dominicana, recelando que la numerosa cantidad de peones agrícolas haitianos significase la pérdida de empleos para los campesinos dominicanos y la consiguiente impopularidad del gobierno.
El miedo a las invasiones por parte de exiliados dominicanos desde Haití estimuló también en Trujillo el ansia de contar con una frontera internacional segura y claramente definida. Además el recelo de las masas dominicanas hacia Haití haría popular todo acto del gobierno de Santo Domingo en perjuicio de los inmigrantes haitianos.
La escasez de tierras fértiles y disponibles en Haití causó que desde fines del siglo xix gran número de peones haitianos y sus familias emigrasen hacia la República Dominicana, donde era requerida su mano de obra en régimen de casi servidumbre al ser mucho más barata que la de los jornaleros dominicanos. El asentamiento de numerosos haitianos en territorio dominicano empezó a causar preocupación en las élites dominicanas, no solo porque generaban una ambigua y poco definida zona fronteriza, sino por temor a que los inmigrantes recién llegados alcanzaran poder económico en dichas regiones distantes de Santo Domingo.
La matanza de haitianos[editar]
El 2 de octubre de 1937 Trujillo acudió a un baile en su honor en la provincia de Dajabón y allí emitió unas frases fuertemente anti-haitianas, acusando a los inmigrantes haitianos de robar ganado y cosechas, además de depredar los medios de vida de los dominicanos, para anunciar luego que «remediaría el problema».
Sin embargo, las acciones letales contra haitianos por tropas bajo la dirección de Trujillo empezaron antes de dicho discurso, el 28 de septiembre, y terminaron el 8 de octubre de 1937. La estimación más ampliamente aceptada de la cifra de muertos está en el rango de 12 000 a 15 000,6 pero el número exacto es imposible de calcular por muchas razones. Entre ellos está el hecho de que, aunque el Ejército dominicano asesinó a muchas de las víctimas a la vista del público, llevaron a cabo la mayoría de los asesinatos en masa en áreas aisladas, dejando sin testigos o solo unos pocos sobrevivientes. Otra razón por la que se desconoce el número de víctimas es que un número incalculable pero muy grande de sus cuerpos terminó en el mar, donde los tiburones consumieron sus restos.6
Consecuencias
Las noticias de la matanza fueron ocultadas por Trujillo ante el pueblo dominicano, aunque sí hizo mención de haber «solucionado [el llamado] problema haitiano». El propio gobierno de Haití se abstuvo de protestar, en tanto las masacres afectaron a un segmento de emigrantes muy pobre y sin poder político, por lo cual la élite política haitiana no mostró indignación alguna por lo sucedido.
Aun así el presidente de Haití, Sténio Vincent, formuló una reclamación ante la República Dominicana exigiendo el pago de 750 000 dólares estadounidenses como indemnización. Este reclamo fue apoyado por el Gobierno de Estados Unidos regido por Franklin D. Roosevelt, ansioso de evitar pleitos fronterizos entre dos países del Mar Caribe. No obstante, el dictador Trujillo logró reducir la indemnización a 525 000 dólares estadounidenses, pero gran parte de esa indemnización nunca llegó a los sobrevivientes que lograron alcanzar Haití, sino que fue robada por la propia burocracia haitiana.
LA DEUDA EXTERNA QUE PAGO TRUJILLO
El 19 de julio de 1947 fue de mucho regocijo para República Dominicana, pues el Gobierno emitió un cheque por 2 millones 271 mil 855 dólares con 55 centavos (US$2,271,855.55) para el saldo de la deuda externa que mantenía con Estados Unidos.
Esto tiene su origen en el hecho de que, desde 1905, el Gobierno había cedido el control de las aduanas dominicanas a Estados Unidos, para que esa nación saldara los compromisos de deuda del país, con lo que se quedaba con el 45% de las recaudaciones, mientras el restante 55% era para el Estado.
A su llegada al poder en 1930, el dictador Rafael Leonidas Trujillo Molina, comenzó unas negociaciones con Estados Unidos en procura de que esa nación le devolviera al país el control de las aduanas. El resultado fue el llamado Tratado Trujillo-Hull, firmado el 24 de septiembre de 1940 entre el dictador dominicano y el secretario de Estado de esa nación, Cordel Hull, con el que se desarrolló una serie de pasos para el pago de la deuda externa, que en ese momento era de US$16 millones, a cambio de que Estados Unidos devolviera las aduanas.
Deuda externa por interna
Para tales fines el Gobierno dominicano hizo aprobar la Ley 1484, promulgada el día anterior (18 de julio) mediante la cual se identificaron los recursos para el saldo de la deuda externa con Estados Unidos.
El ajusticiamiento del dictador Rafael Leónidas Trujillo se produjo el 30 de mayo de 1961, en la avenida George Washington cuando se dirigía a su casa en San Cristóbal.
El ajusticiamiento de Rafael Leónidas Trujillo, fue la coronación de una conspiración tramada en el seno de varias de las más influyentes familias dominicanas, hartas de los excesos del régimen del tirano.
Se produjo en la avenida George Washington cuando el generalísimo (como también se le llamaba), se dirigía a su casa en San Cristóbal.
En dicha vía fue sorprendido por un complot cuyos integrantes eran: Salvador Estrella Sadhalá, Antonio Imbert Barreras, Antonio de la Maza, Huáscar Tejeda, teniente Amado García Guerrero, Roberto Pastoriza y Pedro Livio Cedeño.
Los antes mencionados alcanzaron el vehículo en que viajaba Trujillo y lo tirotearon, logrando terminar con la vida del tirano, pero su plan no fue del todo perfecto, porque después que se diera a conocer la noticia de que este estaba muerto los agentes del Servicio de Inteligencia Militar (SIM), se lanzaron a buscar pistas y encontraron a muchos de los integrantes del complot.
La escena donde se produjo el ajusticiamiento de Trujillo no fue limpiada, se dejaron armas registradas a nombre de los conspiradores, el auto de uno de ellos también fue abandonado cerca del lugar del crimen, pero el error que causó la muerte de todos los conspiradores fue el no haber matado a Pedro Livio Cedeño, quien resultó herido de gravedad, aunque no se sabe a ciencia cierta quién le propinó las heridas, y el no preocuparse en matar al chofer de Trujillo Zacarías de la Cruz.
Con la muerte de Rafael Leónidas Trujillo, se puso fin a una de las dictaduras más siniestras del Siglo XX.
La Historia nos muestra dictadores que permanecieron, o permanecen, largo tiempo en el poder gracias a su habilidad, a su inteligencia o a su carisma personal. El caso de Trujillo es novelesco porque su mandato estuvo basado en el terror y en la brutalidad.
Luego de todos estos hechos los Trujillos fueron expulsados del país y Joaquín Balaguer quedó como Presidente de la República, no obstante debido a las presiones estadounidenses Balaguer fue exiliado también.
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